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2024: el año de la resiliencia – Julieta Muñoz
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Julieta Muñoz / Miscellaneous  / 2024: el año de la resiliencia
24 Dec

2024: el año de la resiliencia

Los años pares siempre traen cambios fuertes, sean buenos o malos. Es la creencia que tenía mi madre y que la he mencionado anteriormente. Un tiempo de transiciones, incluyendo “el paso a una mejor vida”, como lo hizo mi abuela materna a sus más de 100 años. Hubo eventos y situaciones transformadoras en muchos sentidos (emocional, físico y espiritual) y en distintos niveles (personal, laboral, nacional y global). Por ejemplo, mis problemas de salud trajeron cambios profundos en mi estilo de vida. La situación política y socio-económica del país ha sido un reto tremendo para todos los ecuatorianos, mientras que el cambio climático cada vez es más evidente alrededor del mundo, como lo mostró la terrible sequía y los innumerables incendios.

A pesar de todas las noticias desalentadoras y alarmantes, la crisis ambiental, el estrés laboral y los retos personales, especialmente de salud, mi balanza se inclina a lo positivo. La palabra clave este año es resiliencia. No había entendido su significado profundo hasta ahora. El poder de la adaptación, transformación o recuperación luego de pasar por una perturbación o adversidad, eso es resiliencia. Es un término que había escuchado mucho en mi trabajo: la resiliencia de la naturaleza. El ser humano, al formar parte del ecosistema, también tiene la capacidad de sobreponerse luego de los disturbios. ¿Cuánto tiempo puede aguantar y cuánto tiempo tarda en reaccionar? Es variable, algunos organismos son más fuertes y otros más susceptibles, unos son lentos para responder y otros rápidos. En realidad, el estado original no se recupera, sino que surge una nueva versión. Así como la naturaleza evoluciona en respuesta a factores externos, nosotros los humanos también nos reconstruimos frecuentemente.

Destaco las lecciones y los desaciertos, los éxitos y los fracasos del año. La lección más importante fue que—como decía mi mamá—la enfermedad es una bendición, porque te ayuda a apreciar la salud. ¡El descanso físico y mental es prioritario! Mis semanas de descanso obligado fueron un llamado de atención durísimo. Mi cuerpo colapsó y mi energía desapareció, pero finalmente uno percibe que drena más seguir en el hueco que salir de él. Cometí muchos errores en el ámbito laboral y personal que me costaron amistades y causaron malestar. Sin embargo, también crecimos como equipo, alcanzamos muchas metas juntos, nos dimos la mano, fuimos empáticos y (un tanto más) pacientes, compartimos buenos momentos y nos hicimos más cercanos. Aprendimos de los pequeños y grandes fracasos, pedimos ayuda y buscamos soluciones. Este año ha sido particularmente importante en mi vida profesional porque me siento muy identificada con la misión de conservación de la naturaleza, que al final se extiende a la sosteniblidad y resiliencia de la raza humana.

Es indispensable tomar decisiones—siendo proactivos y valientes—y asumir las consecuencias de dichas decisiones, para bien o para mal. Muchas veces nos quedamos estancados en una situación porque esperamos el momento perfecto para hacer tal o cual cosa, pero las circunstancias son siempre cambiantes. Justamente, yo tiendo a analizar demasiado, especialmente lo que puede ir mal (mis colegas pueden dar fe), por lo que soy mala para tomar riesgos. Al mismo tiempo, he tenido grandes mentores, amigos y familiares que me han alentado a dar ese salto y los resultados han sido sorprendentemente buenos. Aún si hay tropiezos, uno sigue caminando (o cojeando temporalmente) y continúa experimentando y construyendo.

Agradezco todos los círculos sociales que tengo: mi familia que siempre es incondicional y presente, la tribu de la meditación que me ha traído tanta paz y fuerza, las amigas entrañables del colegio que son como hermanas, los nuevos contactos que conocí en las aplicaciones digitales (los algoritmos me asombraron) y mis colegas de trabajo que me inspiran todos los días (aunque también me sacan canas). Las personas que se alejaron por diferentes motivos han sido importantes para entender que todo tiene su ciclo y que en ocasiones hay que dejarlo ir, pero también que la relación puede renacer con otras características.

Seamos resilientes, generosos y bellos como la naturaleza.

Julieta