Treinta lunas
Treinta lunas con gente extraña,
Treinta noches en cabaña compartida,
Treinta lunas con el afán de descubrir,
Treinta días de convivencia obligada.
¿Para qué? ¿Por qué?
Miradas de aprobación o desagrado,
Lidiar con problemas ajenos y esconder los propios,
Pretender que todo está bien y hacer oído sordo
A los comentarios groseros sin tomarlo personal.
Treinta lunas buscando el encanto de cada lugar,
Tratando de ver las diferencias y celebrar las coincidencias,
Y encontrar el propósito en el cruce de continentes,
Para apreciar cada día y vivir al máximo.
Treinta lunas de aciertos y tropiezos,
Treintas lunas de historias, aventuras, paisajes, trenes,
Comidas, cerveza, aburrimiento y bendiciones.
Treinta noches de sueño interrumpido,
Treinta días de evaluación de personalidad.
Hacer que valga la pena es el reto principal,
Porque esas treinta lunas no se repetirán,
Ni se podrán canjear por otras.
Treinta lunas asiáticas en mi libro de la vida.