Canandé protege y conecta el bosque bajo del Chocó ecuatoriano
El Chocó bajo del Ecuador es una joya natural que se encuentra altamente amenazada por la deforestación. Al mismo tiempo, existen organizaciones como la Fundación Jocotoco que protegen los bosques remanentes que albergan una gran biodiversidad. Su estrategia de conservación combina investigación, control y vigilancia, ecoturismo y vinculación comunitaria para lograr un manejo efectivo del paisaje. La Reserva Canandé, que abarca más de 15.000 hectáreas, es el núcleo de este paisaje, creando un corredor biológico entre las áreas protegidas estatales, territorios indígenas, fincas, poblados y otras reservas privadas. En noviembre de 2023, Canandé se convirtió en la octava reserva del subsistema privado del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), siendo el área protegida número 78 del país y ahora denominada como Refugio de Vida Silvestre Canandé. Este hito de conservación marca un precedente importante para la protección a perpetuidad del Chocó ecuatoriano.
El crecimiento de la reserva en los últimos tres años, tanto en extensión como en personal y número de proyectos, ha sido impresionante. La construcción del Chocó Lab en el 2021 se realizó en tiempo récord para iniciar el proyecto de investigación Reassembly, conformado por un grupo de universidades alemanas y ecuatorianas, que estudia las redes de interacción del bosque y su capacidad de regeneración. Desde entonces, la reserva aloja a los investigadores que se quedan por largas temporadas para hacer su trabajo de campo junto con los parabiólogos, jovénes locales que apoyan en las tareas de investigación. La expansión de la reserva también requiere de un equipo más grande de guardaparques para los patrullajes y monitoreos de biodiversidad y amenazas, ahora conformado por 16 personas.
Canandé protege a una biodiversidad amplia, por ejemplo, tres especies de primates (mono araña de cabeza marrón, mono capuchino de frente blanca y mono aullador de manto dorado), el puma y el jaguar, dos especies de magnolias (M. canandeana y M. dixonii), el cuco hormiguero bandeado, el guacamayo verde mayor, la rana marsupial cornuda que se creía extinta, y muchas otras especies de animales y plantas. Las actividades de conservación incluyen: 1) la reproducción de plantas endémicas amenazadas como las magnolias y la dracontium (D. croatii) para su reintroducción en el bosque, así como la producción en viveros de otras plantas nativas para enriquecer las propiedades de los vecinos (agroforestería); 2) la cuantificación de la biodiversidad con grabadoras (bioacústica) y cámaras trampa, además de observaciones directas; 3) la adquisición de propiedades clave para incrementar la conectividad del paisaje; 4) el trabajo comunitario para mejorar la productividad de los cultivos de cacao de los centros chachis y fortalecer la gobernanza para el manejo eficiente de sus áreas de conservación; y 5) el monitoreo y control de amenazas identificadas durante los patrullajes para establecer acciones de mitigación. Implementamos métodos innovadores para la sistematización de datos, utilizando modelos de inteligencia artificial para la identificación de especies, lo cual permite analizar grandes cantidades de datos, a la vez que los modelos se vuelven más precisos. La aplicación práctica de los datos se refleja en índices de biodiversidad y otros indicadores importantes que ayudan a definir acciones de conservación efectivas, basadas en evidencias.
Más allá de la ciencia y la conservación, Canandé es un lugar maravilloso para visitar. Hay varios senderos para explorar el bosque y una torre de observación desde la cual se aprecian bandadas de aves y grupos de monos. Las caminatas nocturnas siempre son emocionantes, sobre todo si se tiene la suerte de encontrar serpientes como la X, o las ranas de cristal, o la infinidad de insectos. Los guardaparques son los guías nativos que comparten su conocimiento del bosque, siempre equipados con sus binoculares y el machete. La comida es deliciosa y variada, con menús de todo tipo, incluyendo vegetariano y vegano, que las señoras de Jocotours preparan con gran esmero y creatividad. Las cabañas son cómodas y la casa de investigadores también está disponible como una opción más sencilla, con baños compartidos.
Los visitantes extranjeros vienen desde lejos para admirar las maravillas del Chocó y nosotros lo tenemos tan cerca. Hay que conocer para entender, valorar y proteger la naturaleza. Les invito a descubrir este refugio de vida silvestre: Canandé.
La Fundación de Conservación Jocotoco nació en 1998 gracias al descubrimiento, un año antes, de la gralaria jocotoco (Grallaria ridgelyi), un ave endémica del sur del Ecuador. Oficialmente inició sus actividades en 1999, por lo que este año cumple 25 años de trayectoria. En el marco de su aniversario, hago un homenaje a la gran biodiversidad que protege alrededor del país a través de su red privada de reservas, que abarca más de 36.000 hectáreas. Esta es la tercera entrega de mi experiencia formando parte de su equipo desde el 2021.